Vacaciones en familia, en mi ciudad, con mi gente.
Un viaje que trato de fomentar año a año con el objetivo de que mis chicos
puedan sentir un poco el calor de la familia y además conocer la realidad de
nuestros países, que a veces no es fácil de explicar sólo con palabras.
Los chicos contentos y felices. Empapados de mal
crío, amor y mimos. Yo feliz de verlos disfrutar y con sentimientos
encontrados. Siempre me pregunto lo mismo: ¿Es correcto privarlos del amor de
la familia en pos de un futuro más tranquilo? ¿Vale la pena distanciar abuelos
de nietos por un poco de estabilidad social, política y económica? Aún no tengo
respuesta porque siempre encuentro argumentos a favor y en contra de ambas
opciones. Entonces decido no cuestionármelo más y vivir el presente.
Ahora hablando de bilingüismo, como saben en casa
mantengo una lucha diaria para que mis hijos hablen español. Por eso al
aterrizar en Argentina, les dije que si iban a hablar en inglés nadie los iba a
entender. Al principio seguían con la costumbre de casa, pero pasados los
primeros días, la situación dió un giro de 180 grados. El español fluyó más
naturalmente y los chicos lo absorbieron, lo internalizaron y lo hablaron como
si fuese su primer idioma. Hoy mi hija camina por las calles de Buenos Aires
leyendo todos los carteles que encuentra en español y no necesita que la
ayudemos con los menúes en los restaurantes. Ya no suena como la "gringa"
tratando de leer español, sino como una niña de seis años que está empezando a
leer en español y con las trabas que ese proceso de aprendizaje implica.
La vuelta del español en mis hijos, no deja de
sorprenderme. Para que podamos jugar en familia, traje de Estados Unidos un
juego que se llama ¨Spot It”. Es un juego de agilidad mental donde los
participantes tienen que apurarse a nombrar los dibujos que ven unas tarjetas.
Cuando lo jugábamos en mi casa, los chicos nombraban todos los dibujos en
inglés. Anoche estábamos jugando con los abuelos y los chicos se apuraban a
gritar lo que veían y lo hacían en ESPAÑOL!!!!.
También, una amiga de mi mamá se sorprendió de lo
bien que mis hijos se comunicaban en español y de la poca tonada que tenían.
Hasta me dijo que parecían niños argentinos. Yo no podía creer estar
escuchando esas palabras.
¡Que bueno que los chicos tengan esa facilidad de
adaptación al lenguaje! Me estoy dando cuenta que tienen el español mucho más
internalizado de lo que yo pensaba. Porque cuando mis chicos sintieron la
necesidad de comunicarse con su entorno, no les quedó otra opción mas que
adaptarse, y así afloraron todos sus conocimientos. Ahora bien, ellos pudieron
hacerlo gracias a la insistencia que tanto yo como mi marido ponemos en casa de
que se hable español, y al parecer el esfuerzo tiene su recompensa.
Así que gente, inviertan en vacaciones en nuestros
países. Son experiencias enriquecedoras para nuestros hijos porque no sólo
llenan sus corazoncitos, sino que además les da la posibilidad de vivir y
sentir nuestra cultura, probar nuestras comidas, sentir nuestros aromas y
afianzar el idioma español.
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The Spanish Comeback: A
Family Vacation in Argentina
A family
vacation in my city, and with my people. A trip that I encourage year after
year in order to give my kids the opportunity to spend time with our family and
be able to learn more about the reality of my country. Sometimes, it is difficult
to explain in words so I try to let them experience it by spending time in Argentina.
Here, in
Buenos Aires, my kids are extremely happy. Surrounded by spoiling grandparents,
aunts, uncles and cousins. They find kisses and love everywhere. I can’t deny
that I am delighted to see how much they are enjoying, but also I feel confused
and with mixed feelings. I wonder if I am doing the right thing: Is it correct
to deprive my kids from the love of their extended family just for having a more
stable environment and a better future? I have been thinking about this since
the moment my kids were born and I still don’t have an answer. I always find good
and bad arguments for both choices. Thus, I decide not to think about it
anymore and enjoy the moment.
Now talking
about bilinguism, every day I struggle with my kids as they resist talking to
me in Spanish. Therefore, when we landed in Argentina I explained to them that
if they spoke in English, nobody was going to understand them.
At the
beginning, they continued with their usual way of speaking in Spanglish, mixing
words in both languages. However, after a few days, everything changed. It was
as if Spanish was reborn. They started speaking in Spanish more naturally, with
a fluency I haven’t heard from them in a long time. Today, my daughter reads
the signs on the streets of Buenos Aires, and she doesn’t need help with the
menus at the restaurant. She doesn’t sound like a ¨gringa”, but she sounds like
a six years old kid learning how to read in Spanish with the complications of
that learning process.
I am
astonished by the comeback of their Spanish. I brought with me from the US a
card game called “Spot It”. It is a game in which you have to be fast at
identifying pictures in cards. We used to play it at home and the kids named
every single picture in English. However, yesterday we were playing it here
with my parents. To my surprise, the kids hurried to shout the words in
Spanish!!!
Also, people
were surprised by the lack of an American accent when my kids speak Spanish.
A friend of
my mom even said they sounded like every other Argentine kid. I couldn’t
believe I was hearing that.
How nice it
is to see kids adapting so easily to another language. I am starting to notice
that their Spanish is more internalized than I thought. When they feel the need
to communicate with people around them, their Spanish flourishes very quickly.
I am sure this is only possible because at home my husband and I encourage them
to speak in Spanish. I am realizing that it is worth the effort.
So people:
invest in a vacation in our countries. Not only because it is good for our
souls, but also because it reinforces the Spanish language in our kids.
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